Ojalá pudiéramos probar todos los productos que quisiéramos tener… así nos evitaríamos tantas desilusiones. En eso pensó IKEA cuando llevó sus tiendas al metro de París para que, mientras llegaba el vagón, pudieras esperar sentado cómodamente en lo que podría ser tu próximo mueble. Mira cómo quedaron tantos muebles juntos en el subterráneo.
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