Antes de comenzar, quiero dejar algo en claro: bajo ningún concepto me considero un cocinero profesional. No trabajo con medidas y en muchas ocasiones altero las recetas según lo que tengo a mano. Simplemente disfruto la cocina y me dedico a ella cada vez que puedo.

Con relación a los portobello, baste decir que son una especie de champiñones. Como no pretendo hacer una reseña culinaria extensa y no soy un especialista en el tema, aquellos que quieran ampliar la información hagan click aquí y aprendan de nuestra maestra Wikipedia.

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Ingredientes

Lo bueno de esta receta es que utiliza ingredientes que pueden encontrarse en cualquier cocina. En el caso de los portobello, contrario a lo que puede pensarse, son bastante económicos y comunes. Pueden conseguirse en la mayoría de los supermercados. Calculo que en la preparación de este plato (4 a 6 porciones, dependiendo de la variedad de platos, contornos y la voracidad de los comensales) no se invirtieron más de Bs. 70.

• 6 champiñones portobello grandes
• 6 cucharadas de aceite de oliva
• 2 cucharadas de mantequilla
• 1 cebolla mediana
• 4 dientes de ajo
• 2 tomates medianos
• 1 taza de queso parmesano
• 1 taza de queso mozarella
• Sal, pimienta y orégano
• Algunas hojas de lechuga (opcional)

Preparación

Con la ayuda de nuestro súper asistente Benjamín, comenzamos por picar los tomates y cebollas en cuadritos pequeños. El método de picado lo dejo a discreción de cada quien. En lo particular, prefiero siempre la comida en la que los sabores de cada ingrediente pueden diferenciarse, así que ni siquiera en las salsas suelo picar las cosas demasiado mínimas. Por otra parte, algunas personas utilizan tomates pelados. Yo prefiero los tomates enteros y con su concha natural.

Al terminar, separamos cada picadillo en una taza y nos dedicamos al ajo. Algunos prefieren el ajo machacado. En mi caso, me gusta picarlo en finas lonjas que puedan diluir su sabor en la mantequilla pero manteniendo su consistencia. La cantidad de ajo varía dependiendo del gusto de cada quien. Para esta receta utilizamos 4 dientes, que me parece una cantidad conservadora.

Tip de Cocina: luego de picar el ajo, no te frotes las manos ni las laves con jabón. Simplemente déjalas un rato bajo el agua del grifo y no las seques. De esta manera el olor se disipará más rápido.

Luego de que tenemos todos los ingredientes listos, hacemos un salteado con la cebolla y el ajo. Para ello, coloca las 2 cucharadas de mantequilla en una sartén caliente y cocina las cebollas y el ajo a fuego medio por unos minutos, hasta que las cebollas comiencen a transparentarse. A mí me gusta añadir primero la cebolla y luego de un par de minutos, el ajo. No dejes que se quemen!

Una vez que tenemos listo el sofrito, lo retiramos del fuego y añadimos el tomate picado y una pizca de orégano.

Ahora nos dedicaremos a los portobello: lávalos muy bien con agua y córtales el tronco con cuidado de no desbaratarlos. Seguidamente los colocamos en una bandeja para horno, los untamos con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal y pimienta.

Luego les damos la vuelta y en la cavidad del tronco agregamos la mezcla del salteado con los tomates.

Ahora estamos listos para hornear. La idea es precalentar el horno a unos 300°C , meter la bandeja durante 10 minutos y luego sacarla. Como cada horno es distinto, sugiero estar pendiente.

Mientras vamos horneando nuestros portobellos rellenos, podemos dedicarnos a pegarnos una copa de vino e ir mezclando el queso parmesano con el mozarella. En esta ocasión usamos Mozarella Napolitana y un parmesano sin pedigrí. Simplemente troceamos la mozarella en pedazos pequeños y la mezclamos bien con el parmesano rallado.

Pasados los 10 minutos, retiramos la bandeja del horno (no olviden usar guante y colocarla sobre una tabla de madera o algo similar), y con cuidado añadimos la mezcla de los quesos a cada uno de los champiñones. Luego volvemos a meter la bandeja al horno, durante otros 10 minutos o hasta que el queso se haya derretido.

Mientras, nos pegamos otra copa de vino, lavamos bien un par de hojas de lechuga y las troceamos con las manos, haciendo una camita para los portobello.

Sacamos los portobello del horno y los servimos en las camitas de lechuga.

En esta cena los acompañamos con papas al vapor (en su concha, con un poco de mantequilla y perejil) y una botellita de Cabernet Sauvignon Santa Helena 2009 (que ya había mermado durante la preparación). Otra combinación interesante para los portobello es en bruschettas.

Como nuestra casa es muy pequeña, hacemos todo en la misma mesa :)

Espero que les haya gustado. En la próxima entrega tendremos: Pie de Limón Benjaminés.

Buen apetito!