Hace un par de meses conocí el trabajo de Lucía Mansilla Prieto, una chica de Buenos Aires con un estilo muy particular, logrando mezclar un lado dark con la dulzura infantil crea una gráfica encantadora. Su trabajo ha estado en lugares increíbles como Beijing y además le ha dado vida a revistas, indumentaria, cuentos y proyectos de animación.
“Vengo dibujando niños desde hace muchos años y empecé recopilando gestos, actitudes corporales, intereses, caprichos y sentimientos que recordaba de mi infancia u observando chicos.
Después inventé situaciones en las que depositar a mis personajes y aparecieron casas viejas de muchas ventanas (en esa época me había mudado a mi
querida casa de muchas ventanas), calles soñadas donde los únicos negocios que existen son los de venta de golosinas, o un cuarto desordenado libre de
la autoridad paterna.
Admiro mucho el trabajo de Saul Steinberg, Jean Jacques Sempé y Hayao Miyazaki, son grandes narradores que me conmueven con pequeños momentos.
Me intrigan mucho los insectos y su mundo invisible, y me interesan mucho también las ilustraciones de botánica de los siglos XVII, XVIII y XIX”.

Esta chica además está formando parte de un nuevo proyecto, una galería de arte llamada Carmen Sandiego, que abrirá sus puertas el próximo 10 de septiembre en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.

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