Paseando por allí me topé con unas obras de artística simpleza que llamaron mi atención, me acerqué y fue así como conocí a Sandra Betancort, una chica que vive rodeada de acuarelas, óleo, acrílicos, lienzos, papeles y madera utilizando éstos para realizar su trabajo. Los rostros de sus personajes  carecen de detalles, siendo casi parte de la imaginación y la fantasía donde lo onírico sale a la luz, o como lo define Sandra: arte figurativo, “donde el rostro y solo un ojo cerrado es lo mas importante y pretendo sea mi firma como artista”.

Su último proyecto llamado Naturaleza, pasa de estar en la pared a convertirse también en piezas  como cajas, portavasos, bandejas portarretratos, portalápices y portalibros.

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