Probablemente, como muchos otros usuarios de Twitter, no soy el único que piensa que este servicio es bastante inútil y útil al mismo tiempo: inútil, porque en general, siendo la red tan vasta y extensa, uno termina encontrando y publicando toneladas de información personal, la mayoría de las veces basadas en pequeños y poco trascedentes momentos del día a día, y por otra parte, que la información que es precisamente relevante puede ser hallada en cualquier otro sitio, más aún si se está acostumbrado a seguir blogs y páginas informativas a través de RSS. Útil, en la medida en que nos permite mantenernos en contacto con otras personas (sobre todo con aquellos que no disponen de sistemas de mensajería instantánea tipo MSN, que muchas veces son bloqueados por las empresas en las que trabajan), útil también en la medida en que podemos encontrar información acerca de eventos que se están realizando, y finalmente, porque es mucho más rápido dedicar unos segundos a escribir o leer algo con brevedad (e igualmente a descartarlo) que a escribir una entrada en un blog.

Y es así que, de nuevo, como muchos, me he visto atrapado en el uso de esta herramienta (la cual, dicho sea de paso, me parecería intolerable si no fuese gracias a aplicaciones como TweetDeck, que permiten al menos filtrar y mantener la información organizada, sin necesidad de tener que teclear F5 cada vez para obtener actualizaciones).

Por mi parte, siendo tan propenso a las exégesis, una de las cosas que más me ha costado es limitar el contenido de mis tweets a 140 caracteres: no sólo me parece un espacio reducido, sino además bastante aleatorio, considerando que en esos 140 caracteres deben estar incluidos el nombre del o las personas a las que se dirige el mensaje, así como cualquier enlace al que se quiera hacer referencia. Pero, ¿qué pasaría si sólo tuviésemos 26 caracteres?

La gente de Slate V ha realizado este fabuloso “mockumentary” (que podríamos traducir tal vez como ¿brocumental?, muy al estilo de Onion News) acerca de Flutter, una ficticia aplicación cuyos desarrolladores definen como “nanoblogging” puesto que sólo permite escribir entradas con un máximo de 26 caracteres, la extensión del alfabeto inglés. Aunque por supuesto es una parodia, estoy completamente seguro de que si alguien se decidiese a lanzar esto en la vida real, tendría muchísimo éxito!

PS: Si aún no eres un usuario de Twitter, te invito a iniciar tu infoxicación lo antes posible. Siempre puedes seguirnos en la camionetica a través de @Camionetica (y a los cuentos de un diseñador web, vegetariano neurótico y amante de los gatos en @ChowKaiDeng)

Via: @DesignerDepot