La llegada de la primavera viene llena de policromía para los practicantes del hinduísmo con la celebración del Joli, un festival donde todos los comienzos del mes de marzo los asistentes se lanzan entre sí pigmentos de color en lugares públicos. La mayoría de estos pigmentos son producidos químicamente, pero una menor parte es extraída de los árboles y hierbas que empiezan a reverdecer. Un festejo religioso que al mismo tiempo no pierde su carácter lúdico.
La gente de Variable produjo este impresionante video en el que cada partícula de color pareciera suspenderse en el tiempo y en el espacio a través del recurso del slow motion. La duración de cada plano nos permite detallar cuidadosamente la atmósfera de colores vibrantes, donde casi podemos respirar el olor del pigmento y percibir las texturas presentes.
vía Zupi
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