Todos recordamos cuando comenzó lo que un tío denominaría, la Era del Internet. Esa época en la que todavía no teníamos mucha idea de que era lo que nos deparaba este hermoso medio que permite que ustedes puedan leer esto que aquí escribo.

Últimamente me ha impresionado cómo ha evolucionado un sector en específico de servicios por Internet y este es el del acceso online a la música. Recuerdo cuando en los inicios de la web, teníamos unos servicios que para su momento eran increíbles pero cuando los vemos en contraste con los servicios que podemos disfrutar hoy en día es absurdamente distinto.

Napster, Kazaa, Emule, Audiogalaxy, eran maneras de acceder a nuestras canciones favoritas. En aquel momento las leyes que de algún modo regulaban la web, estaban tan crudas que no se sabía si realmente todos estos sites de algún modo violentaban los derechos de autor de las compañías discográficas.

Pero lo genial de estas plataformas es que abrieron una puerta, un acercamiento a los artistas emergentes, sin importar que fueras un amateur o un especialista en Ejecución de Música Popular Contemporánea, tenías la posibilidad de hacerle llegar tu trabajo a cualquiera a través de Internet.

Pero vamos al Diseño.

Si vemos los logos de estas aplicaciones encontraremos ciertas similitudes, pero si observamos la interfaz de usuario, pareciera que son copia unos de otros.

El diseño de estas aplicaciones se replicaba una y otra vez, pero fue Napster el que marcó la tendencia por ser el primero. La calidad de la interfaz gráfica de estas aplicaciones era casi nula y cuando los comparamos con lo que vemos hoy en día es increíble todo lo que han evolucionado.

Hoy en día podemos disfrutar de servicios mejorados de música en línea donde la interfaz con el usuario es mucho más amigable, y se aprecia cómo los desarrolladores buscan mejorar cada vez más aprovechando el acercamiento al usuario que obtienen a través de las redes sociales.

Tidal es una de las opciones más nuevas que hay actualmente, y que considero es la más arriesgada. No solo porque es bastante costosa, sino porque además para poderla utilizarla como es, necesitas un equipo de sonido capaz de reproducir la música en High Definition, el cual te puede costar unos 500$.

La página posee un diseño discreto y elegante, aunque si no pagas, no puedes ver mucho más que eso. Quizás esta incursión que se planteó Jay Z al comprar Tidal e invitar a todos su amigos famosos para que sirvan de publicidad para el servicio no parece estar funcionando, ya que al final los usuarios deciden y Tidal es la que está más lejana del puesto 1.

Los famosos detrás de Tidal

Rdio es otra opción que me gusta un poco más. Tiene una presentación fresca, y busca crear comunidad. De hecho, si eres artista y quieres generar ingresos con este website, por cada usuario que se registre gracias a tu influencia, obtienes una ganancia de 10$, cosa que considero funciona para atraer talentos emergentes por descubrir.

Otra alternativa es Deezer, una plataforma que cuenta con 10 millones de suscriptores, siendo la más utilizada en Europa. La página es totalmente minimalista en cuanto a su estilo, y busca funcionar como una red social ya que puedes interactuar con otros usuarios, y relacionarte con personas que compartan tus gustos musicales.

Por supuesto que Apple, el gurú del diseño, no podía quedarse atrás en sus intenciones de entrar en la competencia de la música en streaming. Su apuesta se hizo evidente tras una compra que hicieron hace meses: Beats. Esto le ha dado acceso al gigante de la manzana al servicio de música por streaming de la marca, Beats Music, cuyo relanzamiento se espera que sea para finales de junio luego de la WWDC. Con esto la compañía está buscando ponerle un freno a Spotify. Eso sí, el diseño del logo y del website son concretos, limpios y con un estilo que te comunica exactamente de qué va todo sin tener que leer nada más.

A nivel de diseño web, creo que Spotify, mi favorita en este segmento, es el mejor ejemplo en cuanto a lo que entendimiento de la música en streaming se refiere.

Ofrecen un excelente servicio gratuito, y uno mucho más valioso cuando pagas. Eso de descargar tus playlists y escucharlos cuando quieras, y en donde quieras, es simplemente hermoso. Además de la integración y congruencia visual que existe entre su aplicación móvil, y lo que puedes observar desde el computador.

Igualmente, sabemos que nos entiende y que quiere mantenernos complacidos, por eso crea esos playlist especiales que se adaptan a cada ocasión de nuestro día a día, y que sentimos que fueron creados pensando en nosotros.

Otra cosa que me encanta de Spotify son sus alianzas estratégicas. A finales del año pasado trabajaron con Uber para crear la opción de que al usar cualquier taxi de la aplicación fuera posible escuchar tus propios playlist durante tu viaje. Igualmente, la oportunidad de conocer nuevos talentos hace de esto una maravilla, y es que cualquiera puede subir su música. Siempre hay un espacio que nos permite convivir a todos.