Una de las maravillas tecnológicas que nunca me canso de disfrutar es la proyección de películas en cámara lenta. Utilizando las palabras de un comentarista que vi en una ocasión en un documental de animé, este tipo de tomas representan “más que un efecto físico, un efecto psíquico”: una gota de pintura que cae en un bote de agua o un vaso de cristal que cae al piso, acciones efímeras que ocurren en una fracción de segundo y que de pronto se muestran en toda su magnificencia como el acto de creación de un universo de partículas infinitesimales que bailan en perfecta sincronía frente a la lente de la cámara, revelándonos un mundo completamente distinto.
El siguiente vídeo, de James Adair y Philip Heron -estudiantes del Ravensbourne College of Art and Design en el Reino Unido- fue filmado con una cámara Photron SA1.1, capaz de registrar hasta 5.000 cuadros por segundo, o lo que quiere decir, una velocidad 160 veces más lenta.
Por mi parte, primero lo vi sin audio y fue alucinante, al llegar a los créditos me enteré de que la música es de Moby.
Vía Wired Gadget Lab
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