En Caracas el concepto de hora pico se diluye en la continuidad, se vuelve un momento incesante sin distinción horaria y lo sentimos eterno. Es con esa percepción subjetiva del tiempo con la que juega “Día de la esclavitud”, un corto dirigido por Jorge Saim y Alexander Fernández, donde se expone cómo se vive y se padece el estar en un auto en medio del tráfico, a través del manejo del tiempo dilatado con el uso de la “cámara lenta” como recurso. Una atmósfera agobiante en contraste con la música, donde miradas lánguidas desean su libertad, anhelan un afuera que se ve tan difuso e inalcanzable estando adentro y que casi nunca llegamos a ver. Una historia que bien podría pasar en cualquier ciudad y que nos lleva a reflexionar sobre nuestras formas de movilizarnos.
(vía Camilo Maldonado, posteado en Masa Crítica Caracas)
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