Cuando se está dando un paseo es probable que te topes con el trabajo de algún artista en una pared, pero en el lugar donde me encontré por primera vez el trabajo de Damián el suyo estaba rodeado de muchos otros trabajo, pero por alguna razón su gráfica quedó marcada en mi mente, así que el siguiente paso fue contactarlo para poder dejarles esta reseña.

Damián Ancherama es un chico de 23 años que aunque vive en Buenos Aires, nació en Gualeguaychú, estudiante de diseño gráfico y apasionado desde chico por el dibujo, “mis cuadernos de la escuela estaban garabateados de la primera hasta la última página”, manía que lo acompaña hasta ahora, junto a la fotografía. Inspirado por todo lo que le rodea utiliza la música para transportarse y plasmar lo que en ese momento fluye por su vena creativa.

“Puedo definir mi trabajo como una verborragia visual, formada por una gran diversidad de universos dispares que conviven entre si, a modo de ecosistema, donde cada elemento desde su lugar tiene algo para decir. El contraste, uno de mis mayores motores a la hora de crear se evidencia en mis piezas, el blanco y el negro, los colores desaturados versus los fluo. Las Formas orgánicas, llenas de movimiento, versus elementos puramente geométricos.

Mi obra habla, tienen vida propia, es caos, tiene una historia, oculta, donde el espectador se encargara de sacar a la luz, ordenarla, completarla, o simplemente contemplarla.”

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