Desde hace varios años, el artista sueco Eric Ericson ha estado enviando los objetos más extraños e inimaginables a través del correo postal. Lo fascinante es que ninguno de ellos ha sido embalado: discos, lentes, tazas, guantes, una plancha, un pedazo de queso, zapatos, y hasta un esqueleto, forman parte de su impresionante, absurda y completamente genial galería de piezas, todas ellas llenas de estampillas y sellos.
Su trabajo ha sido compilado en el libro “A Mr. Cheng”
Vía: Wired
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