Cuando Philipe Stark se quería retirar hace no menos de dos años del mundo del diseño, el decía que una de las razones por lo que lo hacia era que su trabajo realmente carecía de necesidad y era un productor de materialidad y se avergonzaba de ello. El tiempo ha pasado y el sigue haciendo cosas realmente increíbles con el mismo efecto que tanto detestaba. La pieza que verán a continuación vienen de la musas del diseño, un perro hecho en cerámica que aprovecha este material para la resonancia perfecta del sonido y amplificarlo. Piezas como estas generadoras de materialismo son realmente geniales y además solo serán 50 las que se venderán.
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