¡Wow! Hay cosas que logran impactarte tanto que parecieran no ser de este mundo. Jason de Graaf es un diseñador e ilustrador canadiense que abandonó su trabajo de cubículo y se adentró en la profundidad del hiperrealismo pictórico. Se ha convertido en un exponente importantísimo de esta corriente artística, que busca imitar fotográficamente la realidad utilizando pigmentos acrílicos (y un muy buen ojo).

La temática de De Graaf se centra en objetos inanimados como copas, vasos y frutas, que por lo general reflectan luz desde mil puntos diferentes. La fidelidad con que lo logra es tal, que es difícil distinguir si en efecto es una pintura o una fotografía.

Los invito a ver más del trabajo de este maestro del acrílico en su blog. Los dejará boquiabiertos.