Los títulos iniciales o los créditos de una película muchas veces son ignorados y omitidos por la indiferencia ante la mirada del espectador quien espera con ansias la primera secuencia. Así se les ha visto como la oportunidad perfecta para terminar de preparar las cotufas, acomodarse en la cama o ir al baño. La suerte que les espera a los créditos finales no es muy alentadora cuando se abandona la sala justo al aparecer las primeras letras. Pocos disfrutan de ese momento cinematográfico donde queda al descubierto que lo que se está por ver o se ha visto es producto del trabajo arduo de un equipo. Tal vez esto tenga que ver con la idea del espectador de querer mantenerse dentro de esa especie de burbuja que representa el cine y el deseo de creer que todo pareciera estar en la pantalla por arte de magia.

Sin embargo, el diseño de los créditos adquiere importancia incluso desde el momento de la concepción del film. La decisión que implica dónde, cómo, con qué tipografía y en qué momento colocarlos está lejos de ser fortuita.

A lo largo de la historia del cine se destacan algunos hitos en el diseño de créditos, y es en este tema que Jurjen Versteeg se ha inspirado para su proyecto final de grado, donde compila en un video la evolución de los títulos iniciales simulando a su vez una secuencia de créditos.

Un interesante video autorreferencial o “metavideo” donde se hace un homenaje a los títulos diseñados por Georges Méliès (“Un Voyage Dans La Lune”), Saul Bass (“Psicosis”, “El Hombre del Brazo de Oro”, “La Edad de la Inocencia”, “Vértigo”), Maurice Binder (“Dr. No”), Stephen Frankfurt (“Matar a un ruiseñor”), Pablo Ferro (“Dr. Strangelove”), Richard Greenberg (“Alien”), Kyle Cooper (“Se7en”), Danny Yount (“Kiss kiss, bang bang”, “Sherlock Holmes”).

vía Quipsologies