Publicidad y Diseño Web

Por una red más limpia: Un análisis acerca de la publicidad invasiva en Internet (y como librarte de ella)

Abusos de la publicidad en la vida real y digital

Vivimos en dos mundos: en uno nos comunicamos a través de códigos biológicos, mecánicos y analógicos; en el otro pasamos a convertimos en ideas, frases, mensajes de texto, fotos o videos, todos y cada uno de ellos formados a partir de unos y ceros. Para muchos, ese segundo mundo representa una versión distorsionada de nosotros mismos o en el mejor de los casos, idealizada, pero en lo personal soy de la opinión de que nuestro “yo digital” no es tan diferente e incluso representa de manera bastante fidedigna a ese otro yo que nace, come, defeca, se reproduce y muere en el mundo real.

Desde la República de Platón, pasando por la Utopía de Moro y llegando a la Aldea Global de McLuhan, muchos pensadores han buscado una manera de conceptualizar la sociedad ideal. Aquellos que tenemos más de 30 años, hemos tenido la oportunidad y el privilegio único de asistir al nacimiento de una estructura social diferente: la primera nación global en la que comenzamos siendo ciudadanos por curiosidad y de la que hemos terminado siendo dependientes, como un recurso esencial más.

No hablamos ya de la red solamente como de una gran enciclopedia en la que cualquier persona escribe cualquier cosa, si no de una extensión de nuestros medios de comunicación tradicionales, a través de las redes sociales y las comunidades colaborativas, las comunicaciones inalámbricas y los dispositivos móviles. Nuestra persona virtual está tan intrínsecamente relacionada con nuestra persona real, que es casi imposible desligarlas. Esta es la Era de la Información en todo su esplendor.

Sin embargo, nuestro empeño por arrastrar las estructuras económicas tradicionales nos ha llevado a cometer los mismos errores y a someter a nuestro yo digital a que sufra las mismas consecuencias que nuestro yo real: vivir saturados de mala publicidad.

Aunque distintos en sus mecánicas, cada uno de estos entornos padece de niveles similares de intrusión publicitaria, en algunos de manera leve y en otros… pues, simplemente pareciese que no hay nada que podamos hacer para evitarlos.

En los espacios públicos es común encontrarse con marquesinas, vallas, afiches, pancartas, pendones, rotulados en autobuses, paradas de transporte público con avisos luminosos e incluso gigantescas pantallas, cada uno de los cuales centellea con sus mensajes de productos en los que no estamos interesados y por los que no estamos preguntando. Por triste que suene, nuestra única opción en este tipo de situaciones es mirar hacia otro lado.

Pero hay otros casos en que no basta con esto, pues la invasión es tan grosera y apabullante que se apodera no solo de nuestro espacio visual, si no también de los lugares en los que como ciudadanos libres, tenemos derecho a transitar.

Los que vivimos en Caracas y nos movemos utilizando el transporte público estamos ya acostumbrados a los vendedores ambulantes que reparten sus chucherías dentro de los autobuses y que hasta se molestan cuando nos negamos a tomarlas, pero eso es resultado de una cultura de la buhonería con la que hemos sido permisivos desde hace décadas. No es pues, un proyecto que ha sido aprobado por ninguna alcaldía o corporación, es simplemente una actitud anárquica producto de nuestra propio ADN social pintoresco y desorganizado.

Pero en otros casos, sí que hay acuerdos consensuados por entes públicos y privados, que sólo denotan una falta total de planificación e interés por el bien común. Tal es el caso de este aviso que ocupa más del 50% del espacio útil en una acera de alto tráfico, en el Municipio Chacao, en Caracas, y que obliga a los transeúntes a caminar por la calle o apretujarse contra un matero.

Ejemplo de publicidad molesta e invasiva en aceras y calles de Caracas (Absolut)

En el caso de Internet, sucede con los banners. No hay nada peor que un sitio web que rellena todos los espacios posibles con gigantescas imágenes animadas de productos, o metiendo enlaces engañosos dentro del contenido. Tan grave y extendido es este problema que ha terminado por moldear nuestra percepción de la web; sufrimos de la llamada Ceguera de los Banners:

Los usuarios de la web están extremadamente orientados a los objetivos. Buscan la información que les interesa e ignoran cualquier otra cosa que otros quieran imponerles. De hecho, los usuarios no solamente ignoran de manera pasiva la información no solicitada; han evolucionado a un sistema activo de autodefensa contra eso.
(Prioritizing Web Usability. Jakob Nielsen y Hoa Loranger. New Riders, 2006. Pag. 76)

Comparen por ejemplo, estas capturas de las páginas principales de Noticias24 (uno de los portales de noticias más visitados en Venezuela) con las de El Carabobeño (otro portal de noticias venezolano, igualmente exitoso, pero de carácter más regional) y el periódico británico The Guardian.

Nótese que todas estas capturas son sólo del above the fold (above the scroll o “sobre el doblez”), utilizando una pantalla con una resolución de 1366×768 px (media estándar de equipos portátiles con pantallas de 14” a 15”), sin barras de herramientas adicionales en el navegador.

Por otra parte, para la medición apliqué un sistema sencillo de centimetraje (bien podríamos llamar “pixelaje”) bastante básico, en el cual calculé el área de los diferentes bloques de información y los dividí en los siguientes grupos:

  1. Color Azul – Áreas de Navegación: representa los menús de acceso a las secciones, ingreso de usuarios, enlaces a secciones destacadas del sitio, entre otros.
  2. Color Verde – Áreas de Contenido: información valiosa del sitio web (o como decimos en Venezuela “el queso de la tostada”), bien sean titulares, textos, fechas, imágenes, vídeos, etc.
  3. Color Rojo – Áreas Publicitarias: banners de anunciantes publicitarios.

Noticias24 se lleva el premio del abuso de espacios publicitarios invasivos; incluso mi medición es bastante optimista pues de tanto en tanto los usuarios no ingresan directamente a la página, si no que se ven forzados a cerrar un splash screen publicitario que ocupa el 100% del contenido.

Es una lástima que no puedan apreciar el movimiento de cada uno de los banners, que agrava considerablemente el hecho de que el 62,3% de su vista inicial está compuesta de banners publicitarios y sólo el 28% representa contenido (1 imagen) acompañado de un escaso 9,7% de navegación. Si a eso le sumamos que la página se refresca sola continuamente (probablemente para incrementar sus visitas), y que no tiene versión móvil, entonces tenemos como resultado una de las peores experiencias de usuario web que puede imaginarse para un sitio con una cantidad de visitas tan alta.

Ejemplo de publicidad invasiva en Internet. Exceso de banners (Noticias 24)

Ejemplo de publicidad invasiva en Internet. Exceso de banners (Noticias 24)

Por su parte, El Carabobeño, es mucho más consciente y sólo utiliza el 27,4% de su espacio con fines publicitarios, dedicando el 43,4% a contenido (imágenes y enlaces a avances de noticias) y 29,3% de navegación. Adicionalmente, al escrolear hacia abajo, el porcentaje de publicidad disminuye considerablemente y cuenta con una excelente versión móvil.

Ejemplo de publicidad moderada en Internet (El Carabobeño)

Ejemplo de publicidad moderada en Internet (El Carabobeño)

Por último, The Guardian se lleva el premio en lo que a balance de información y opciones de usabilidad se refiere: cuenta con un escaso 14,3% de avisos publicitarios, y a cambio ofrece un bien nutrido 36% de navegación que incluye secciones principales, búsqueda, enlaces a sub-sitios e ingreso para usuarios registrados, junto con un 49,7% de contenido en el cual se incluyen titulares, epígrafes, enlaces de seguimiento a la noticia principal e imágenes, y al igual que El Carabobelo tiene una versión móvil simple, ligera e intuitiva.

Buen ejemplo de publicidad no invasiva en Internet. Banner encabezado (The Guardian)

Buen ejemplo de publicidad no invasiva en Internet. Banner encabezado (The Guardian)

Ahora bien, muchos dirán ¿y si no es por la publicidad, de qué van a vivir los medios? ¿Cómo introducir un nuevo producto en un mercado ya de por sí saturado por la publicidad? Es el cuento del huevo y la gallina. Mi respuesta corta es: no creo que toda publicidad sea mala ni que haya que reinventar desde cero el sistema social. Después de todo, la figura del anunciante es generalmente la primera opción para generar ingresos en cualquier medio de comunicación, bien sea tradicional o alternativo, corporativo o independiente.

Simplemente creo que hay delimitar bien los espacios, que no saturen ni sean invasivos, que sean visualmente atractivos y sobre todo, que ofrezcan productos y servicios relevantes. Por ejemplo, en nuestro caso que somos un blog independiente, ¿de qué otra manera podríamos destacar y dar apoyo a los proyectos y diseñadores que nos gustan si no es a través de un banner?

En el mundo real no hay mucho que podamos hacer contra la publicidad invasiva, excepto tal vez ir a experimentar la burocracia absoluta al tratar de poner una queja en la Alcaldía o Ayuntamiento… pero sí que tenemos soluciones para deshacernos de ella en Internet.

Acerca de Dan

Daniel Yanes Arroyo: aunque estudió filosofía, saltó la talanquera al diseño, al que se dedica desde hace más de 10 años. Lector empedernido y amante de los gatos, el cine y el café. Trabaja como gerente de diseño en una empresa de desarrollo web y de vez en cuando trata de cazar tigritos interesantes a través de su pequeño estudio. Neurosis diaria en @ChowKaiDeng

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