Quiero dejarles la reseña del trabajo de Escobas escrita por Rafakir para Camionetica.com

Iniciar tus actividades diarias a las 7 am después de haber tenido fiesta hasta altas horas de la noche, haber bebido algunas copitas de más y bailado intensamente como Milton Ghio (si no conocen a Milton Ghio es por que no vivieron los ochentas) es algo que es perfectamente normal cuando tienes 25 años o menos.
Pero cuando te tocó ir a la primaria antes de que inventaran los Frutsis; has vivido bajo el régimen de 8 presidentes mexicanos; sabes a qué se refieren cuando alguien dice Milton Ghio; celebraste intensamente la pasión de dos mundiales en suelo mexicano; viviste la primera visita del papa a nuestro país; jugaste con chutagol o el peteka y tienes todavía energía para estar al tanto del último disco de Paulina Rubio, es que te llamas Eduardo Escobar.

Eduardo Escobar “Escobas” (Mexico DF, 1968) es un inquietísimo diseñador gráfico artista visual diseñador de modas dj que sin duda es siempre estimulante conocer. Siempre al tanto de las nuevas tendencias como de las viejas corrientes (palabras que tomo prestadas del Maestro Monsiváis) en torno a la cultura pop, Escobas construye alrededor de él un (viejo) vergel de influencias visuales, referencias cultas, vulgaridades todas, etc, ante el cual es imposible permanecer indiferente.

Diseñador gráfico de formación, Escobas aprendió el oficio de crear de la mano de artistas de la talla de Gonzalo y Santiago Tassier. Siempre hábil para la venta, tuvo la ocasión de recibir formación en negocios y mercadotecnia del siempre polémico diseñador Daniel Salinas. Tiempo después, él supo marcar terreno de por medio para construir su propio negocio al que dedicó alma, vida y corazón.
Y siendo el corazón uno de los principales temas de su interés, decidió nombrar así a su propio despacho: De Puro Corazón, describiendo de esta manera, su modus operandi: Escobas es un apasionado de las cosas hechas con toda la fuerza que emana de este poderoso músculo, siempre con una potencia que da vida a toda creación. Con su negocio vinieron clientes importantes, de la talla de Wall-Mart, Colgate o Néstle quienes dieron a su trabajo solidez y reconocimiento.

Pero un corazón que late por instinto, no se puede detener pues corre el riesgo de que la sangre se estanque. Escobas siempre buscó formas alternativas de colaboración y creación y es por eso, que desde el año de 1998 entró en contacto con la revista Fakir, un colectivo subterráneo que ha marcado innegable influencia en el underground creativo mexicano de los noventa y principios del siglo XXI. Junto con Rafakir Benitez, Juanjo Bustos y Javier Caballero, fundadores de Fakir más Guille Serrano, Eric Morales Morbito y Omar Mijangos crearon el Colectivo con el cual dieron a conocer su trabajo en foros tan importantes como la Feria de Arte Contemporáneo ArCo Madrid en 2003.

Y su largo caminar no se detiene ahí. Siempre inquieto y siempre con un desarrollado olfato por las tendencias, Escobas colabora desde hace unos años en la concepción y la creación de juguetes de autor / art toy, mercado en creciente demanda, y ha dado talleres, como en; OTIS Collage of Art and Design, en Los Angeles, California.
El Molote; tiene mención aparte, es su proyecto de vinil toy o como el lo llama su hijazo. Personaje de art toy que se vende en Francia, España, Chile, EUA y casi todo México. Es desarrollado y producido 100% Hecho en México, pintado a mano y tampografía, con una producción de 400 piezas en 6 diferentes colores. Inspirado en la cultura Oaxaqueña como homenaje a su padre (quien nació en esa Ciudad) y mezclando su fascinación con la lucha libre y los juguetes.

Nombrar su paso por el diseño de modas sonaría ya a exceso, pero eso es algo que el Escobas conoce muy bien: el exceso. Y es por eso que también ha participado con inesperado éxito (ni él mismo se lo esperaba) en las pasarelas del diseño de ropa-intervención. Su marca traspaso las fronteras y ahora se vende lugares como Barcelona, Bilbao, Madrid, Zürich y New York.

El corazón latiendo en exceso puede salirse de control, pero siempre existirán maneras de volverlo a su cauce, sobretodo, si está rodeado de gente que no sólo adula o regocija, sino sobretodo, de personas con un genuino interés por reflexionar acerca de tan prolíficos latidos.

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