Un dibujo matriz que se cede a otra persona tomándolo como punto de partida para que esta cree sobre él otro dibujo consecuente, un poema construido por diferentes creadores con palabras que van surgiendo aleatoria y automáticamente, una paradoja de continuidad y al mismo tiempo de discontinuidad que pareciera siempre abierta a infinitas posibilidades. Esto es lo que evoco cuando pienso en cadáver exquisito o cadavre exquis, una técnica utilizada en el surrealismo durante los años 20, fundamentada en la colaboración.

Hoy Google y el Tate Modern llevan el cadáver exquisito al ámbito de la animación a través de una interesante plataforma llamada This Exquisite Forest, donde cada usuario puede generar nuevos clips partiendo de animaciones creadas previamente por artistas invitados.

Cada animación de base adquiere la estructura de árbol y existirán tantas ramificaciones en cada árbol como colaboraciones. El resultado es un bosque lleno de imágenes por descubrir, disponible en www.exquisiteforest.com.

La plataforma trasciende al plano físico a través de una instalación en el Tate Modern que se encuentra expuesta desde el pasado 23 de julio.